Una vez hablamos de la belleza, y me preguntaste si había visto los cuadros de Klimt. Yo te respondí con la frasecita de Baudelaire, que saqué de alguna de las fichas de trabajo del normal. La frase sigue siendo notable para mí. Y dice así: Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto insensible. Hay algo temible en esa frase. Para que algo sea bello debe estar ligeramente desarreglado. Y ése es el lunar en el rostro, en un hombro. La marca personal. Ese es el aspecto raro que nos cautiva en el otro. Pero también hay algo vinculado al tiempo. La belleza eterna no existe, eso es una abstracción. Existe una combinación entre algo eterno y algo contingente. Algo para siempre y algo actual. Esa es la combinación perfecta. Algo arreglado y, a la vez, ligeramente despeinado, roto. No es así, amigo?

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