Los cuentos de Ánton Chéjov no empiezan ni terminan: simplemente trascurren. Su objetivo en ellos era "subrayar lo que es vital y eterno, lo que estimula auténticamente al hombre y no a los pequeños sentimientos", siempre manteniéndose fiel a su ideal de brevedad. Además de "La dama del perrito", cuya historia de amor es considerada una de las más hermosas y a la vez más tristes de la literatura universal, este libro incluye los cuentos: "La sala número seis", "El camaleón", "La cerilla sueca", "Las botas", "El hombre irascible"y "La muerte de un funcionario".
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